Los Mercenarios Del Software, El Crimen al Padre Pando

Creyendo haber encontrado paz despues del exilio de la unidad LBP, al Padre Pando se le aproxima Arrimeitor, con las mismas buenas intenciones de siempre...

-Contado en las propias palabras del Padre Pando: No se que que sucedio, solo se que me siento sucio y que quisiera poder olvidarlo. Despues de algun tiempo y con la ayuda de varios de los apostoles, lo que se de lo ocurrido se puede resumir asi:

Para la fiesta del aniversario de la creacion de "El ejercito de los mil monos en Mexico" los Escuadrones Secretos del Tio Jack fueron convocados en el conclave saCerdotal del Papa Bills, el alcohol y la comida con carne (y sin carne) fluian de manera poco controlada y los presentes saciaron sus hambres y sed con alimentos y bebidas mundanas, para cuando las bebidas espirituosas habian tomado algunas neuronas como rehenes, el conclave se convirtio en una herejia en la que se les rendia culto a los dioses de la mala musica mientras muchos de los presentes retorcian sus cuerpos sudorosos a los ritmicos y poco inteligentes beats de la musica barata.

Fue durante esta voragine que uno de los apostoles, el apostol 13, mejor conocido como Fat Rul decidio traicionarme y venderme a uno de los falsos profetas, mas bien un Reo; el falso Arrimaitor, conocido por su poco o nulo sentido del pudor, por sus ademanes indicativos de conductas sexuales desviadas, por sus ganas desmedidas de embarrar de pastelazo en los cumpleaños, por sus wallpapers de Alejandro Fernandez y su admiracion por Ninel Conde.

Dicen las lenguas que mientras gran parte de la congregacion se entregaba al sangoloteo de las caderas, dicho profeta se dedicaba a reclutar almas y cuerpos para el mencionado rito pagano, y fue durante esta pesquisa que el apostol Rul me entrego con las palabras de "Pando quiere bailar". El Arrimaitor, ni tardo ni perezoso, tomo esta informacion a su antojo y aprovechado por el cobijo de las sombras se aproximo hacia mi por mi lado ciego, y sorpresivamente me aplico una llave de judo de la cual no me podia escapar; al principio no sabia que sucedia, y tarde algunas fracciones de segundo en ver que estaba siendo arrastrado hacia el macabro baile y que no me podia soltar.

Comence a forcejear, temiendo por mi virtud y mi "changarro" que habia cuidado durante 29 años, pero las manos opresoras no cedian... la desesperacion se comenzo a apoderar de mi, mientras yo seguia luchando por liberarme; hasta que en un intento desesperado comence a clamar "no hugging, no hugging!!" No se que fue lo que me libero, si fue mi grito desesperado por ayuda, mi lucha por liberarme o una ayuda divina, lo unico que se es que no quiero sufrir esa experiencia de nuevo.